Datos personales

Valencia, Spain

lunes, 25 de abril de 2011

FALSOS MITOS SOBRE EL DEPORTE


La creación y proliferación de los mitos es algo que ha acompañado al  ser humano a lo largo de toda su historia. El hombre, entre otros aspectos, se diferencia del resto de animales de la naturaleza por el hecho de verse impulsado hacia la búsqueda de una explicación o causalidad para todo aquello que le rodea.
Ya Platón, en el libro VII de la República, presentó el mito de la caverna, en que describía como el hombre, tratando de dar sentido a aquello que percibe, busca una explicación. En definitiva, Platón plantea que el mito sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento.
En la actualidad, aunque no tan preocupados por cuestiones filosóficas, el mito se sigue utilizando. El ser humano continúa estando ávido de conocimientos, de entender y en definitiva de explicar su mundo. En este sentido, la actividad física es solamente uno de los ámbitos en los que el hombre elabora constantemente mitos.
En resumen, ante una situación cuya causalidad es desconocida, las personas ponemos en funcionamiento una forma de pensamiento que podríamos categorizar como pseudocientífico. Así, a partir de nuestro bagaje personal y cultural elaboramos hipótesis explicativas a los hechos de nuestro entorno. Además, al igual que haría un científico, nos apresuramos por comunicar nuestros “descubrimientos” a aquellas personas que nos rodean y éstas, a quienes les resulta tremendamente grato recibir explicaciones a diferentes elementos desconocidos de su mundo, lejos de comprobar la veracidad de los argumentos, los transfieren a otros semejantes, los cuales seguirán la cadena de transmisión. De este modo, poco a poco, falsas informaciones van proliferando entre las personas.
Otro aspecto que debe tenerse en cuenta en relación a los mitos, es que el ser humano se muestra tremendamente reticente a cambiar su visión del mundo, esto es, cuando una persona tiene una creencia determinada es harto difícil que pueda cambiar su postura. Adicionalmente tenemos que tomar en consideración la dilatada presencia en nuestro saber popular de algunos de los mitos que en la presente caza del tesoro han sido descartados y que nos han sido transmitidos, en muchas ocasiones, por profesionales del área de los deportes, lo que aportaba a los argumentos una mayor credibilidad.
Para acabar, no podemos olvidar el efecto internet. Como bien se sabe la red es una buena herramienta cuando se sabe utilizar, pero en ella se puede encontrar una ingente cantidad de información incorrecta que la gran mayoría de personas es incapaz de discriminar.

FALSOS MITOS SOBRE EL DEPORTE I: LAS AGUJETAS

El mito de que las agujetas son cristales de ácido láctico que pinchan al músculo es erróneo, ya que se ha visto como en personas con la enfermedad de McArdle, incapaces de producir ácido láctico, también sufrían dolor muscular de origen retardado.

Los actuales estudios apuntan como principal causa a una reacción inflamatoria en respuesta a las microlesiones musculares y tendinosas que se producen al no estar el músculo adaptado a la intensidad del ejercicio. Es decir, el músculo hace un ejercicio de intensidad al que no está acostumbrado, se producen micro-lesiones musculares y tendinosas, lo que hace que se acumule gran cantidad de metabolitos o desechos, que dan originan a una reacción inflamatoria e irritan las fibras nerviosas produciendo dolor.

FALSOS MITOS SOBRE EL DEPORTE II: SUDOR = PÉRDIDA DE GRASAS

A través del sudor se pierde agua y sales minerales pero no grasa, por lo que sudar no es lo mismo que adelgazar, de hecho, el peso vuelve a su valor inicial una vez que el deportista se rehidrata y recupera el líquido que ha perdido.
Son muchos los deportistas que necesitan perder peso antes de una competición. Por ejemplo, los judokas y los boxeadores han de subir a la báscula antes de competir, ya que las categorías en estas disciplinas se establecen en función del peso. Es común que estos deportistas pasen por la sauna antes de la pesada para poder dar el peso adecuado en el último momento. No obstante, aunque al sudar se pierde peso, puesto que se pierde agua, no se adelgaza ya que no se elimina grasa.  De hecho, el peso vuelve a su valor inicial una vez que el deportista se rehidrata y recupera el líquido que ha perdido en la sauna.
Si se quiere adelgazar, el objetivo es perder grasa, por lo que resulta interesante saber cuáles son los deportes más útiles para lograr este fin.  Los ejercicios de intensidad baja o moderada que se realizan durante un periodo de tiempo prolongado (aeróbic, andar a paso ligero, trotar, el esquí de fondo, nadar, el ciclismo de fondo, bailar ...) reciben el nombre de deportes aeróbicos y durante su realización los músculos obtienen energía principalmente a partir de las reservas de grasa. De este modo se contribuye a reducir la grasa corporal, por lo que junto a una dieta adecuada para perder peso, se pueden obtener resultados muy satisfactorios.

FALSOS MITOS SOBRE EL DEPORTE III: EL FLATO SE PRODUCE POR BEBER AGUA DURANTE EL EJERCICIO


Muchos deportistas apenas beben agua mientras entrenan por miedo a sufrir molestias derivadas de su ingesta, o a padecer el temido “flato”. Esta es una idea más común de lo que pensamos, y muchos la llevan a rajatabla pasando verdaderos problemas de sed mientras entrenan.

Cuando estamos practicando deporte nuestro cuerpo está en constante pérdida de sales minerales a través del sudor, unos nutrientes que tenemos que recuperar para mantener el equilibrio de nuestro organismo y así evitar problemas como la deshidratación, la fatiga… Pero a pesar de estos mucha gente asocia beber agua con el flato, ¿pero es esto cierto?

El dolor de flato es una molestia que suele aparecer cuando llevamos un buen rato practicando deporte. Se caracteriza por dolores bruscos en forma de punzadas o espasmos que aparecen en el costado derecho de nuestro cuerpo. Casi todos nosotros las hemos sufrido alguna vez y son un impedimento para realizar un ejercicio con un rendimiento óptimo y en plenas facultades.

Las causas por las que se produce flato no están del todo claras, por lo que no se las podemos atribuir enteramente al consumo de líquidos mientras se practica deporte. Aunque se barajan diferentes motivos como que puede ser debido al flujo de sangre y oxígeno inadecuados a los músculos respiratorios (diafragma e intercostales).

Esto se debe a que mientras practicamos ejercicio es necesario oxigenar los grupos musculares que estamos trabajando, con lo que el flujo sanguíneo lo desvía nuestro cuerpo a estas zonas. Pero como el reajuste del flujo sanguíneo corporal no es inmediato, otras partes que también necesitan más flujo y que no lo reciben como son los aparatos respiratorios, tienen que satisfacer sus necesidades de energía sin un flujo sanguíneo adecuado desencadenando un proceso doloroso que es lo que se conoce como flato.

A pesar de todo, no se puede precisar con exactitud cuándo va a aparecer el flato, pues simplemente lo que se barajan son hipótesis ya que su naturaleza no se puede explicar con total certeza. Pero lo que está claro es que el agua no es el desencadenante de este malestar, sino que simplemente es un mito del deporte que nos hemos creído a pies juntillas.